Washington Irving - La Leyenda de Sleepy Hollow

La Leyenda de Sleepy Hollow (The Legend of Sleepy Hollow)

Synopsis:

The chief part of the stories, however, turned upon the favorite specter of Sleepy Hollow, the Headless Horseman, who had been heard several times of late, patrolling the country; and, it was said, tethered his horse nightly among the graves in the churchyard. The story was immediately matched by a thrice marvelous adventure of Brom Bones, who made light of the Galloping Hessian as an arrant jockey. He affirmed that on returning one night from the neighboring village of Sing Sing, he had been overtaken by this midnight trooper; that he had offered to race with him for a bowl of punch, and should have won it too, for Daredevil beat the goblin horse all hollow, but just as they came to the church bridge, the Hessian bolted, and vanished in a flash of fire. All these tales, told in that drowsy undertone with which men talk in the dark, the countenances of the listeners only now and then receiving a casual gleam from the glare of a pipe, sank deep in the mind of Ichabod. . . .

Sinopsis:

Ichabod Crane, un tipo flaco pero glotón, buen bailarín, con ciertas ambiciones mundanas, es el maestro de la comunidad de Tarrytown, en Sleepy Hollow (literalmente: "Hondanada del Sueño"), un valle a orillas del Hudson. Su antagonista es Brom Bones, un grandullón grosero, que es también su rival en el amor de Katrina Van Tassel, hija única de un acaudalado terrateniente. Ichabod cree alcanzar la gloria el día en que Van Tassel le invita a una fiesta en su "castillo"... Pero lo que no sabe es que lo que ahí le espera es la condenación. Pues en los bosques encantados de la "región del sopor" vaga el espectro del Jinete Sin Cabeza, "un soldado de caballería de Hesse decapitado por una bala de cañón en alguna batalla sin nombre de la Guerra de la Independencia", e Ichabod tendrá un encuentro con él que cambiará su destino.

Llena de humor y cordialidad, La leyenda de Sleepy Hollow (1819-1820) es un delicioso relato que no tardó en convertirse en parte del folklore norteamericano y en una pieza de referencia de toda la literatura fantástica. Las clásicas ilustraciones de Arthur Rackman que acompañan esta edición evocan genialmente su encanto, misterio e ironía y fueron en buena parte la inspiración visual para la adaptación cinematográfica que hizo Tim Burton en 1999.